A esta parte de la barra, se les ve de que van. De nítida imagen y mejor semejanza, andan que hunden, pisan esclavos y posan libres: jamás la mentira tuvo mejor estampa. Nos quieren como queramos, pero a sus números. Que salga la cuenta es la letra del cuento, lo demás, música celestial. De tanto meternos la burra de encuesta, tenemos el barro (gracias Miguel) hecho una birria. No saben ni multiplicar panes y peces, se meten a dividir penes y paces. !Son de lo que si hay!.
Nos miden por el maden in y nos marcan por si las moscas. Es sabido, la producción no sólo crea un objeto para el sujeto sino tambien un sujeto para el objeto (gracias Carlos). Asi, pues, como Pedro por su cosa, se nos suben a las barbas para bajarnos los humos que, probablemente, pasándonos por aro, admitirimos que nos oro todo lo que reluce. !Son, ya digo, de lo que si hay!.
Huyen de toda duda para no pillarse los dedos, tener las manos libres es imprescindible para estar entre los menos. Se sienten tan únicos que unifican sentimientos, se advierten tan llenos que nos llenan de advertencias, siempre dispuestos a hacer de tropas corazón como si en ello los fuese la veda. No se quejan, salvo por la caja, tienen bien aprendido que la pasta es el único caballo de la apocalipsis. De nuestros miedos hacen sus medios y de nuestros afanes sus fines, afinan tanto que encuentran lucro hasta en nuestras lacras. Han hecho el mundo mando y de los sueños señuelos, tan ebrios están de su obra que no nos sueltan la ubre. Convencidos de su alta cuna sólo aceptan la mejor cama. ¿Quién allí se arrojaría? (gracias Tristan). Son tan grandes hombres que dejan caer la carga sobre nuestros hombros ... Puestos a beber, embeben; puestos a sentir, disienten; puestos a escribir, prescriben. !Son, ya véis, de lo que si hay!
No hay comentarios:
Publicar un comentario