En este mes de abril, convocatorias republicanas mil (valga la mediocre tergiversación del refrán), un grupo musical de rap valenciano, llamado “Los Chikos del Maiz”, ha devenido en noticia política de la boca de la eurodiputada Sra. Jímenez Becerril y la de otros respetabilísimos dirigentes del Partido Popular. Consideran tan destacados representantes de la vida política española que las letras de las canciones del hiphopero grupo menosprecian a las victimas del terrorismo. Es más, la Asociación de Victimas de Terrorismo Verde Esperanza formalizó denuncia contra los miembros del grupo.
El grupo musical contratado por el Gobierno del Ayuntamiento de Sevilla (gobernado en coalición por PSOE e IU) para su programa de actos en recuerdo de la Segunda República y, más concretamente, por el Area de Juventud y Deporte a cargo de IU, canta versos tales como “Ortega Lara no era pacifista, cambio de carcelero a contorsionista”, “¿Te emociono el vuelo de Pedro Duque? A mi el de Carrero Blanco”, “Terrorismo no es ETA es Belen Esteban enseñando las tetas”.
El Juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, ha tenido a bien dictar auto archivando la denuncia contra el citado grupo por ofensas a las victimas de terrorismo. La cosa, pues, dará ahora para otra montaña de palabreria de politicastros, tertulianos pontífices y demás fauna del ruedo ibérico.
Sabido es que sobre gustos hay mucho escrito y puestos a censurar (Youtube parece ya ha censusado su canción “Trabajador@s”), servidor censuraría su grito de guerra “Rojos como la regla de tu hermana”, mayormente por delicadeza. Ahora bien, lo preocupante del asunto, es la caza de brujas que, periodicamente, practican militantes del Partido Popular, de asociaciones varias y periodistas de diversos mass media contra expresiones musicales anticapitalistas, antifascistas y, en general, antisistema.
Estoy convencido (ruego me disculpen los interesados si yerro) que los integrantes de “Los Chikos del Maiz”, con sus composiciones métricas y rítmicas, no aspiran a dejar memoria inmortal en la muy gloriosa literatura española pero no por ello y, en tanto el sol sale para todo el mundo, se les debe cercenar su libertad de expresión y, por extensión, su medio de vida.
La concreción en un pareado, cuarteta o quintilla de las evidentes contradicciones del sistema capitalista puede resultarle a muchos cuestión baladí, empero, no es tan fácil como pudiera resultar a simple vista. Aún más difícil hacerlo sin caer en lo soez, chabacano, etc. Ahí esta “La Polla Records” para los diletantes de esta práctica y este ejemplo “Hiciste nuestras casas/ al lado de tus fábricas/y nos vendes/lo que nosotros mismos producimos.” Es obvio, siguiendo con el ejemplo, que la máxima marxiana: “la producción no sólo crea un objeto para el sujeto sino también un sujeto para objeto”, fordismo mediante, da para un sinfín de letras sobre el modo de producción de nuestro primerísimo mundo. Allá, pues, cada cual con sus vocablos y metáforas.
Soy de la opinión que ninguna Administración pueda gastar un sólo céntimo del dinero público en comidas, fiestas, procesiones, verbenas, saraos, fútbol profesional, etc. Todo acto lúdico debe ser financiado por sus usuarios al modo que gusten. Mas mientras esto llega, dejemos el papel de fumar para asirnosla en asuntos (y por este orden) como el desempleo, la ley electoral, la corrupción o el fracaso escolar.
Añadir, en descargo del nombre del grupo musical, que en mi pueblo gastamos con frecuencia el dicho de ¿Que pasa en el maíz que no hace viento y se menea?. Es de esperar que ningún Juez de la Audiencia Nacional tenga que dictaminar la nula relación entre maizales y prostíbulos. Aunque su nombre, supongo, rendirá homenaje al relato homónimo de Stephen King.
En fin … gracias por su tiempo.
El grupo musical contratado por el Gobierno del Ayuntamiento de Sevilla (gobernado en coalición por PSOE e IU) para su programa de actos en recuerdo de la Segunda República y, más concretamente, por el Area de Juventud y Deporte a cargo de IU, canta versos tales como “Ortega Lara no era pacifista, cambio de carcelero a contorsionista”, “¿Te emociono el vuelo de Pedro Duque? A mi el de Carrero Blanco”, “Terrorismo no es ETA es Belen Esteban enseñando las tetas”.
El Juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, ha tenido a bien dictar auto archivando la denuncia contra el citado grupo por ofensas a las victimas de terrorismo. La cosa, pues, dará ahora para otra montaña de palabreria de politicastros, tertulianos pontífices y demás fauna del ruedo ibérico.
Sabido es que sobre gustos hay mucho escrito y puestos a censurar (Youtube parece ya ha censusado su canción “Trabajador@s”), servidor censuraría su grito de guerra “Rojos como la regla de tu hermana”, mayormente por delicadeza. Ahora bien, lo preocupante del asunto, es la caza de brujas que, periodicamente, practican militantes del Partido Popular, de asociaciones varias y periodistas de diversos mass media contra expresiones musicales anticapitalistas, antifascistas y, en general, antisistema.
Estoy convencido (ruego me disculpen los interesados si yerro) que los integrantes de “Los Chikos del Maiz”, con sus composiciones métricas y rítmicas, no aspiran a dejar memoria inmortal en la muy gloriosa literatura española pero no por ello y, en tanto el sol sale para todo el mundo, se les debe cercenar su libertad de expresión y, por extensión, su medio de vida.
La concreción en un pareado, cuarteta o quintilla de las evidentes contradicciones del sistema capitalista puede resultarle a muchos cuestión baladí, empero, no es tan fácil como pudiera resultar a simple vista. Aún más difícil hacerlo sin caer en lo soez, chabacano, etc. Ahí esta “La Polla Records” para los diletantes de esta práctica y este ejemplo “Hiciste nuestras casas/ al lado de tus fábricas/y nos vendes/lo que nosotros mismos producimos.” Es obvio, siguiendo con el ejemplo, que la máxima marxiana: “la producción no sólo crea un objeto para el sujeto sino también un sujeto para objeto”, fordismo mediante, da para un sinfín de letras sobre el modo de producción de nuestro primerísimo mundo. Allá, pues, cada cual con sus vocablos y metáforas.
Soy de la opinión que ninguna Administración pueda gastar un sólo céntimo del dinero público en comidas, fiestas, procesiones, verbenas, saraos, fútbol profesional, etc. Todo acto lúdico debe ser financiado por sus usuarios al modo que gusten. Mas mientras esto llega, dejemos el papel de fumar para asirnosla en asuntos (y por este orden) como el desempleo, la ley electoral, la corrupción o el fracaso escolar.
Añadir, en descargo del nombre del grupo musical, que en mi pueblo gastamos con frecuencia el dicho de ¿Que pasa en el maíz que no hace viento y se menea?. Es de esperar que ningún Juez de la Audiencia Nacional tenga que dictaminar la nula relación entre maizales y prostíbulos. Aunque su nombre, supongo, rendirá homenaje al relato homónimo de Stephen King.
En fin … gracias por su tiempo.
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