Si la dicharachera prensa nacional ya se dio una cacería a costa del multicolor abrigo que lució Evo Morales en su visita a España (creo que en el año 2.006), en estos días el coto lo han fijado en el discurso del Presidente de Bolivia en la Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático. Dentro de un discurso coherente para quien mantiene que “el mundo tiene fiebre por el cambio climático y la enfermedad se llama modelo de desarrollo capitalista” (!la función exponencial, estúpidos, la función exponencial”, añado con Martenson), incluso, con nombres y apellidos (lease, firmas publicitarias), la pieza a batir por los columnífices de siempre ha sido pluma. Ha dicho Evo y esta ha sido la cinegética pieza: “Cuando hablamos del pollo, el pollo que comemos, está cargado de hormonas femeninas, por eso los hombres cuando comen este pollo tienen desviaciones en su ser como hombre, entre otras deficiencias, tales como la calvicie prematura, como así aceleraciones irregulares en el metabolismo en las mujeres al nacer a la vida reproductiva”.
!Demonio Evo: ¿Como se te ocurre?!. Acá, dilecto Evo, incorporar al discurso político la relación entre ginecomastia y alimentación o cualquier otra evidencia científica es delito de lesa ingenuidad. Nos quieren tayloristas y fordistas y, por ende, los políticos -por supuesto, profesionales-, apenas deben ocuparse, amen de porras de futbol claro, de los productos “asépticos” que fabrican las fundaciones y demás entelequias de los bancos y multinacionales, a saber, estudios para la reducción de salarios, disminución de gastos sociales, aumento del consumo, privatización de pensiones, etc. Así, en la consabida voracidad de todo lo que vuela, a la cazuela, ya te cuecen en el puchero de la homofobia, unos, en la sopa del esperpento, otros y, si me apuras, los más, en el guiso de la intolerancia. Raro será que no te tengas que enfrentar en alguna Corte de Justicia Internacional a multimillonarias demandas de Asociaciones de Productores de Pollo, defensores de la libertad sexual o fundaciones para la democracia avícola y estabulada.
Nuestro ombligo occidental apenas da para estudios de impacto ambiental, medidas correctoras, yacimientos de empleo, estímulos al consumo, fomento del crédito y cuanta jerga técnico-política sea menester, pero nunca para llamar al pan, pan y al vino, vino. Decir, como ha dicho Evo Morales, que el capitalismo tiene una deuda histórica con la Madre Tierra, es verdad que, por honesta y evidente, nunca será noticia. La máxima el que la hace la paga, es para el ladronzuelo de poca monta, para la falta laboral, para la meada en la calle, para el manifestante sin autorización gubernativa. !Cuanta desmesura por mantener la divisa de la explotación del hombre por el hombre: todo el Planeta Tierra debe ser en edición de bolsillo!
Lo peor está por llegar. La oligarquía capitalista mundial sabedora que cuando de joven se come el pollo, de viejo se caga las plumas y eterna buscadora de lucro en nuestras lacras, pronto promulgara leyes universales con referendum de fuerzas armadas, para la evacuación a escote de tan abundante excrecencia. En nuestras cabezas está y, salvando la expresión que les den por el culo, que se le cargue a picotacillos a su paraíso fiscal. Decencia obliga.
Gracias por su tiempo.
viernes, 7 de mayo de 2010
¡Demonio Evo!
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